viernes, 28 de diciembre de 2007


Hoy fue mi último día de trabajo. Es tan extraño y abrumador, a cada paso que doy siento que una etapa se va cerrando. Desde terminar el colegio, cumplir la mayoría de edad, terminar el trabajo o sentir, simplemente, cómo las cosas van cambiando; lo que ayer era tan importante hoy quizás no lo es. Asusta, eso es seguro, pero como todo cambio trae cosas nuevas.

A veces me ataca una nostalgia que me recuerda que ya no voy a volver a aquel banco rayado del colegio, ni a compartir risas y enojos con compañeros, me da tristeza saber que no voy a volver a entrar a la oficina a prepararme un café y sentarme en mi escritorio, me atemoriza entender que ahora soy responsable de mis actos y que ya nada ni nadie me resguarda. No sé si estoy listo para asumir las responsabilidades de la vida, ni tampoco sé si quiero hacerlo, pero a veces no hay opciones. ¡La vida es a veces tan extraña!.

Yo aún me siento internamente aquel que jugaba por horas con muñecos, el que soñaba con otros mundos y que pensaba, algún día, cambiar el que le tocó vivir. Sin embargo también soy aquel pre-adolescente inmaduro que molestaba a sus compañeras de curso como único recurso precario para acercarse al sexo opuesto. También soy, quizás aún, aquel adolescente triste que la vida le pesaba, que se equivocaba a cada paso y que todo parecía estar cubierto de una nube gris que no dejaba de garuar sobre su cabeza. Soy, también, aquel que se ríe a carcajadas en público y no le importa. Soy quién tomó la independencia por los cuernos y se fue tres meses solo por el mundo. También me acobardo y quiero un abrazo fuerte de mamá y que me diga que todo va a estar bien, que no hay de qué preocuparse.

Soy un conjunto de etapas cerradas, etapas inconclusas, etapas aún no vividas. Soy. ¿Soy?. Es difícil a veces encontrarse con uno mismo entre tanto ruido y tanta masa, pero es necesario. Es necesario entender que la vida nos prepara cosas inesperadas, que los destinos se cruzan, que las cosas llegan a un final (¡aunque nosotros no queramos!), que los gustos cambian, que el pelo crece y la cara se arruga. Espero poder empaparme de las próximas etapas por vivir, de no acobardarme frente a tanta inmensidad, de poder encontrar gente con quien transitar este camino cuesta arriba y de rodar cuesta abajo con alguien entre brazos. Espero paciente la vida que me toca...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces la vida nos sorprende, pasan cosas lindas, que nos alegran y a veces tambien ocurren cosas tristes. Pero uno tiene que aprender a seguir adelante, porque siempre hay una razon para vivir y ser feliz. Espero que esta nueva etapa que estas por empezar este llena de aventuras, actividades diversas y sobretodo mucha alegria!
Te quiero Tomii.

Chachini

Celeste Cielo dijo...

ojala encuentres tu camino, lo vayas viviendo plenamente y envolviendote en cada instante...

ya te vas a ir dando cuenta q no es ni mas ni menos dificil que lo hasta ahora vivido sino es diferente y va a ser hermoso solo depende de vos...

te qiero tomacito

Val dijo...

Uff... sentí lo mismo cuando terminé el colegio... me sentía tan vacía, con nada por delante, dejaba toda una vida atrás, todo lo que me había hecho feliz... tanta gente... Pero la pasó un tiempo y lo terminé de digerir.. y es así! Como me dijeorn por ahí, la vida es una sucesión de etapas que empiezan y terminan, de ciclos... y abriendo y cerrando etapas es como seguimos adelante, como vivimos... aunque nos cueste... Y ya me di cuenta que la gente que realmente quiero no me van a dejar desaparecer así de fácil, ni yo a ellos :)
Me inspirás mucho chiquito!!
Ahora me gusta más el outfit del blog! Está re lindo! :)
Te mando un beso!!

Anónimo dijo...

Perdidos en Tokyo apesta a mil rayos.
Lenta, vacía, con algunas escenas divertidas y hasta tiernas, debo decir, pero no me gustó.
Pero no soy de las que odian ese film. De hecho los actores on buenos, y Sofía la rockea.
Pero vos son un hórrido que seguro sos fanático de cualquier basura de culto, como Spiderman, por ej. Grasa, te adoro.

(en la vida real odio usar la palabra grasa, es muy despectiva, pero con vos hago una excepción)