Lo sintió en ese instante recorriendo su espina dorsal. Había sentido algo similar algunas mañanas, mientras veía sus ojos en el espejo cuando se afeitaba y no reconocía a quien le devolvía el gesto tras el vidrio. Lo experimentaba de manera mecánica mientras hablaba al exterior desde el teléfono de la oficina o cuando sabía que las responsabilidades rebasaban por encima de su cabeza. Sabía que ahí se encontraba, que el sentimiento estaba presente, pero de alguna forma no lo quería reconocer. Que el té ya no es tan dulce ni las historietas tan graciosas, que el negro es elegante y la vida un poco tonta. Aunque lo negase, ahí estaban: esperando acumulados en forma de velas sobre una torta, una masa negligente de años transcurridos, de etapas pisoteadas, de corazones no correspondidos y cigarrillos-mal-fumados. El miedo se materializaba en cuentas por saldar y no en monstruos en la oscuridad, las alas se desvanecían y se deshidrataban las ganas de volar. Era el temor al cambio y no a cambiar, era darse cuenta que había crecido Peter Pan.
viernes, 30 de mayo de 2008
despedida a Peter Pan
Lo sintió en ese instante recorriendo su espina dorsal. Había sentido algo similar algunas mañanas, mientras veía sus ojos en el espejo cuando se afeitaba y no reconocía a quien le devolvía el gesto tras el vidrio. Lo experimentaba de manera mecánica mientras hablaba al exterior desde el teléfono de la oficina o cuando sabía que las responsabilidades rebasaban por encima de su cabeza. Sabía que ahí se encontraba, que el sentimiento estaba presente, pero de alguna forma no lo quería reconocer. Que el té ya no es tan dulce ni las historietas tan graciosas, que el negro es elegante y la vida un poco tonta. Aunque lo negase, ahí estaban: esperando acumulados en forma de velas sobre una torta, una masa negligente de años transcurridos, de etapas pisoteadas, de corazones no correspondidos y cigarrillos-mal-fumados. El miedo se materializaba en cuentas por saldar y no en monstruos en la oscuridad, las alas se desvanecían y se deshidrataban las ganas de volar. Era el temor al cambio y no a cambiar, era darse cuenta que había crecido Peter Pan.
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6 comentarios:
Muy bueno! me encantó, me sentí muy identificada
Identificada también. Que triste :(
¿Por qué todos escribimos así? =S
¿feliz cumpleaños?
Indentificada, como toda no-niña que no se sabe de memoria su edad y la tiene que pensar, pero seguro, ya no vuela. =(
Identificado?
Es una pija tu alegoria a la primera fumada de porro
gil.
Prefiero spinetta.
Muy triste bebito.me gusto...que dejaras lugar a una ñoñes sin putitas drogonas.
Me gusta mucho como escribis, y la metafora o nose..la forma enqe expresas cosas tan simples como el paso deltiempo. En fin, unbeso:)
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