domingo, 21 de diciembre de 2008
el olor de los días
Me acuerdo en estas fechas, cuando los días tenían olor. Olor a nuevo los lunes, a viejo los martes. La nostalgia perfumaba los domingos y los jueves eran mezcla de incertidumbre y frío que inspiraba a escribir con un café en el escritorio. Después se les fue apagando la esencia, se fue goteando el frasco y se estancaron en el olor del día a día. Y así fueron teniendo todos los días, el mismo olor a día. A falta de inspiración, a calor acumulado, a humedad después de lluvia y ya no había forma de perfumarlos. Ni las plantas del jardín, ni las cajones-con-olor-a-abuela. Nada. El mismo olor a través del calendario, pasando por la primavera y el verano, hasta que el primer ventarrón del otoño trajo el olor a hojas secas, a árboles llorando semillas y fue volviendo... Volviendo el olor a inspiración, a nostalgia perdida en la lluvia, a martes por la tarde con guantes cortados y a taxis en medio de la noche para calentarse la punta de la nariz en semejante frío invernal. El olor a los cuerpos chocándose en la parada de ómnibus para mantener el calor que evadía los pulóveres para convertirse en humedad y luego lluvia. El olor de los días...
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2 comentarios:
Que lindo... que bien te hicieron los 19.
Pena que sean solo 19 ;)
Me encanta lo que escribis.
Besos & happy new year!
muchas sensaciones impregnadas de vida =)
un abrazo lejano.
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