martes, 23 de septiembre de 2008

Tirar por la ventana el romanticismo. Rosas, cuadernos, platos rotos y demás. Apretarse la sien con rabia e impotencia, sentir el almohadón duro en los huesos, los vidrios derretirse despacio y la sangre en las paredes. El gusto amargo en los labios, las manos gastadas de tanta espera, los ojos gritando de desesperación y los celos corrompiendo las costillas, el pecho, apagando los latidos, derrumbando los espacios. La imaginación al poder, filmando los momentos que no ocurren, las situaciones que no existen. Caminar despacio, apretando el frío entre los brazos, sintiendo el tiempo pasar arena a arena en el reloj, en el momento justo en que todo colapsa, en que entiendo al fin que algunas cosas no fueron hechas para mí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Giro hacia un nuevo estilo, supongo.

Te odio, supongo.

Val dijo...

Qué perfecta descripción.

tomás augusto dijo...

pfffffffff
transmite eh
un video parece compadre!


y ud parece un lector agudo de persuación de los días de girondo

venga a buscarlo a casa