domingo, 13 de marzo de 2011

nunca supe exactamente bien cómo, pero lo sabía de antemano.
incluso antes de conocerte presentía el miedo a nuestro primer encuentro.
caminé nervioso las cuatro cuadras que nos separaban y con el corazón en la boca te saludé desde lejos.
me miraste sin mirar, atravesándome los ojos para ver mejor la exposición.
hiciste algún comentario sobre los cuadros y yo te encontré insoportable.
nos despedimos como nos saludamos, negando lo que entendíamos.
yo no sabía y ahí estabas.
te había esperado toda una vida.

5 comentarios:

mün dijo...

encuentros como esos son los ue vale la pena escribir. y de vez en cuando, recordar.

mün dijo...

encuentros como esos son los ue vale la pena escribir. y de vez en cuando, recordar.

Mònica C. Vidal dijo...

Te vas derechita a mi lista de Personitas Brillantes :)

Ana Caína dijo...

Qué bonito, qué real.
A la mierda la poesía, no sirve de nada.
Siga ud. así de hosco.

Anónimo dijo...

Qué dulce puede ser una primera cita, y cuántos sentimientos se nos vienen a la cabeza cada vez que tenemos que enfrentarnos a esos momentos tan mágicos y tan especiales.

Me gusta tu blog, y te mando un beso muy grande desde Almería.

Espero visites mi blog y sigamos en contacto. Besitos