Y soñé con vos otra vez.
Todo era cuellos y perfume,
atardecer y despedidas,
como siempre.
Excepto por aquella Polaroid
que nos regalaba más y más
fotos a cada paso que dábamos.
Click
y otra
y otra
y de nuevo.
Me desperté
transpirado abrazado a una foto
imaginaria
y tan real como tu perfume
tu cuello
el atardecer
y nuestra despedida,
otra vez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Ahora me acuerdo porque tenía este blog entre mis favoritos.
Tan simple y tan hermoso escribís.
Publicar un comentario